Escojo creer que puedo vivir en un mundo en el que no tengo que tener miedo.
Vimos signos muchos años antes, lo vemos ahora, lo veremos mañana.
Conforme los medios bailan una tonada cada vez más siniestra, es claro que el fascismo está vivo, es fuerte y, recuerde, siempre es bueno para la economía.
El progreso en derechos trans, derechos gay, derechos civiles, derechos humanos se detendrá y revertirá. El tren ha estado pasando por vías prestadas. A través del mundo estamos viendo el levantamiento de organizaciones radicales de derecha y, en muchos casos, hemos visto que se les ha dado las riendas del gobierno.
Lo que un gobierno es suficientemente poderoso para dar, también lo puede quitar. No podemos permitirnos tener optimismo en que el progreso es una calle de una sola vía. El derecho a la autodeterminación, el derecho a construir y formar una familia, el derecho al cuidado de la salud están todos siendo erosionados, especialmente para aquellas en comunidades «queer».
El cambio climático, el desplazamiento humano y las inevitables hambruna y guerra que les siguen son ahora casi ciertas. Estamos sobre el límite, a través del espejo y no hay vuelta atrás.
Mientras escribo esto hay múltiples piezas de legislación en decenas de países que retroceden o simplemente oprimen a aquellas que son, o son vistas como, no cisheteronormativas. Leyes que harían difícil para personas transgénero el obtener cualquier tipo de servicio de salud; leyes que niegan los derechos igualitarios para parejas no heterosexuales; leyes que hacen imposible que parejas poliamorosas visiten a sus amadas en el hospital; leyes que ignoran o niegan a personas no binarias el derecho a la autodeterminación.
Como sociedad hemos alcanzado una bifurcación en el camino. Uno de esos caminos nos podría ver crecer, y amar y explorar este vasto y antiguo universo. El otro verá nuestro hogar destruido, nuestra civilización reducida a cenizas antes de que tenga una oportunidad de extender sus alas.
Como comunidad o vivimos plenamente y sin excepción u opresión, o morimos.
Escojo creer que podemos crecer, y amar. Escojo creer que puedo vivir en un mundo en el que no tengo que tener miedo de tomar a mi pareja de la mano, donde no tengo que temer por mis amistades al rededor del mundo.
Escojo creer que puedo vivir en un mundo en el que no tengo que tener miedo.
Hemos oído historias de una vasta sección transversal de la humanidad quienes también intersecan con propiedades que la sociedad ha escogido estigmatizar, condenar al ostracismo. Ellas, nosotras, yo, no tenemos el lujo de esperar a que la humanidad decida ser mejor.
Esta es la vida real, y no hay una siguiente oportunidad.
Pero al final, todo eso fueron sólo palabras. Necesitamos acción. Necesitamos infraestructura.
Necesitamos Empezar a ejercitar una compasión inquebrantable: habrán llamados a unidad. Estos deberían ser ignorados. Las liberales buscarán mejorar la economía al ignorar los abusos de poder por venir. Algunas pelearán la lucha política tradicional, e incluso podrían ganar, pero no sin que antes se haya hecho un gran daño a nuestras familias, nuestras amistades y nuestro planeta. Tirar a una minoría bajo el bus para una oportunidad de un progreso económico incremental es una mierda y cualquier persona que la defienda no es una aliada. No pueden haber compromisos cuando se trata de la reivindicación de derechos y vidas «queer».
Necesitamos Financiar organizaciones para crisis: con nuestro tiempo y nuestro dinero. Los siguientes años van a ser difíciles para muchos grupos. Ningún gobierno es probable que siga financiando sus esfuerzos por mucho tiempo. Necesitamos entender que se pondrá peor antes de ponerse mejor, y necesitamos invertir esfuerzo en traer tanta gente como sea posible con nosotras. Necesitamos brindar una comunidad de recursos para aquellas que se sienten atrapadas por su existencia. Líneas de llamadas de suicidios, refugios de alivio, clínicas gratuitas, así como subvenciones y fondos comunitarios son todas esenciales para asegurar nuestro futuro.
Necesitamos Empezar a hacer cumplir el consentimiento: todas somos diferentes y yo creo que todas somos capaces de amor y compasión. Los sistemas de poder están diseñados y estructurados para eliminar la acción, para dividir y para mandar. La única forma que veo para que todos los humanos de este planeta sean libres, y puedan actuar, es que nosotras retiremos nuestro consentimiento de estos sistemas, o por lo menos, que empecemos a hacerlo cumplir.
Esto significa usar herramientas como Signal83 para cifrar nuestras llamadas y mensajes telefónicos, esto significa cabildear con sistemas existentes para que implementen formas de bloquear o por lo menos retirar el consentimiento para comunicarse.
Necesitamos Construir, mejorar y usar infraestructuras de información alternativas: los gobernantes sólo pueden gobernar si tienen información, acerca de eventos, acerca de personas. Prevenir el espionaje masivo a través de tecnologías de cifrado y anonimato como Signal y Tor84.
Sin información es imposible gobernar de forma efectiva sin consentimiento.
Necesitamos mejorar estas tecnologías, para hacer posible que las encuentren y las usen esposas abusadas, trabajadoras sexuales, niñas metidas en el closet, y cualquier otra persona en este planeta. Una herramienta no es nada si no es usable.
Necesitamos más. Necesitamos descentralizar los medios, descentralizar las noticias y descentralizar las redes. Necesitamos mejores herramientas para organizar, unas que no estén controladas por una corporación central, unas que sean privadas de forma predeterminada.
Necesitamos contar nuestras historias. Necesitamos apoyarnos unas a otras.
Yo no pienso irme callada hacia la oscuridad. Tampoco usted debería.
La existencia es resistencia.
Bienvenida al Futuro.
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